Reynaldo Párraga |
Mientras nosotros nos iniciábamos en 1954 en la radio, un amigo del barrio, Reynaldo Párraga lo hacía en el fútbol profesional y nos sorprendía a todos, porque nunca compartió nuestras "pichanguitas" de la calle San Diego, en donde residíamos. Y, si es que nos lee el siempre bien recordado Reynaldo, eran los días felices de encuentros callejeros entre los más renombrados y buenos jugadores surquillanos. Nuestro club fue el Ciclista Alianza Miraflores y que participaba en los campeonatos de balnearios y con buen éxito. Las épocas del arquero "Calichín Hidalgo" o Carlos Goya Villavicencio, habilísimo delantero. Hoy debo deducir que este muchacho guardaba sus secretos o quizá no tuvo oportunidad de congeniar con nuestra muchachada Era vecino, familia de los Mascaro y que vivía frente a nuestro hogar.
Allí llegó Reynaldo, un chiquillo de espigada figura y con el que nos encontrábamos en otra de nuestra aficiones grupales. La "natación", pero ¿donde? Nada menos que en el estanque de agua que existía para el regadío de una hacienda que se convirtió después en la Urbanización Aurora de Surquillo. Hoy zona "pituca". Aquella "piscina" con agua de regadío y creo que procedía del río Surco, fangosa y que nos dejaba embarrados después del baño, era en cierto modo peligrosa. Casi todos los niños aprendimos allí los secretos de flotar y lanzar nuestras primera brazadas. Un campeón solitario era Reynaldo Párraga y como todos vistiendo el traje de baño de Adán. Adolescente como nosotros.
En realidad vivió una buena temporada en Surquillo, pero creo que era rimense. De allí, deduzco, que creció en ese distrito y tuvo sus alternativas con la gente del famoso cuadro bajopontino. De la noche a la mañana y a través de las fotografías de los diarios deportivos, su figura se lucía posando con comentarios favorables sobre su primera y triunfal presentación. No recuerdo ante quien debutó, pero impresionó a la afición concurrente a nuestro Estadio Nacional. Fue realmente una estrella del fútbol peruano, porque era considerado, tal como lo demuestra la foto, elemento de colección con las recordadas "figuritas" para pegar en los álbumes de coleccionistas infantiles. Lleva un sello rojo y que hemos recuperado de nuestra "biblioteca" hogareña.
Allí llegó Reynaldo, un chiquillo de espigada figura y con el que nos encontrábamos en otra de nuestra aficiones grupales. La "natación", pero ¿donde? Nada menos que en el estanque de agua que existía para el regadío de una hacienda que se convirtió después en la Urbanización Aurora de Surquillo. Hoy zona "pituca". Aquella "piscina" con agua de regadío y creo que procedía del río Surco, fangosa y que nos dejaba embarrados después del baño, era en cierto modo peligrosa. Casi todos los niños aprendimos allí los secretos de flotar y lanzar nuestras primera brazadas. Un campeón solitario era Reynaldo Párraga y como todos vistiendo el traje de baño de Adán. Adolescente como nosotros.
Ataca Napoleón Rodríguez del Arica y pone en serios aprietos a Campos y Párraga. |
Para que valoren la calidad de Reynaldo Párraga, les diré que comenzó muy joven en el Tabaco y luego, cuando se convirtió en el Cristal, desde 1954 hasta el 65. Actuaban por esos tiempos arqueros como Rigoberto Felandro, el paraguayo Riquelme, todavía tapaba el "Flaco" Luis Suárez y había sido guardapiolas del Cristal Rafael Azca, preparador luego de arqueros en nuestra selección. En 1966 pasó al Boys y partió a Bolivia en busca de mejor suerte. La consiguió porque fue considerado figura en el "Bolivar" de la Paz. Época de Miguelito Loayza, Oscar Gómez Sánchez, Juán Seminario y muchos más. En ese medio futbolero se lució nuestro recordado amigo Reynaldo Párraga, de gran talla y proporcionada musculatura.
Tapó por el Sport Boys. Abajo Cachito Ramírez. |