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jueves, 18 de diciembre de 2014

EMILIO VARGAS: "EL PEONCITO DE ORO" DE ALIANZA LIMA. TÉCNICA NATA Y PUNDONOR PARA DEFENDER SUS COLORES. MUCHACHO ETERNO DE PISCO.

Emilio Vargas
Otro de los notables del fútbol peruano de ayer, es Emilio Vargas. Un jugador pisqueño y de los buenos que se jugaba el todo por el todo. Cuando observamos el fútbol actual a través de la televisión, tanto el internacional como nuestro modesto campeonato, atisbamos los adelantos técnicos que se producen en la conformación de los equipos. Ya no existen los jugadores "comodines". En el Estadio Nacional, aquel de madera en donde brillaran Lolo Fernández, Alejandro Villanueva y toda esa maravillosa constelación de inolvidables futbolistas, la cosa era distinta. Era común ver salir al campo a muchos de los famosos para cubrir puestos que no les correspondían. Por supuesto que existían los inamovibles. Uno de aquellos era el personaje de esta nota y que ojalá, tenemos la plena seguridad, aceptará nuestro modesto punto de vista. Emilio, delantero por naturaleza, jugaba indistintamente en el ala derecha o al otro lado.

"Huaqui", Mosquera, Valeriano, Willy y Vargas.
Desde que tenemos uso de razón y aprendimos a ver un encuentro de fútbol, nos llamaba la atención el porqué de la ubicación indistinta de Vargas. Jugaba con finura, hábil y de buen toque. Lo vimos alternar con Carlos Gómez Sánchez, que era un fenómeno, y aquel equipo aliancista tenía al "Patrullero" González y nada menos que como arquero a Teódulo Legario, una leyenda en el equipo blanqui azul. Y desaparecieron estos famosos y mucho tiempo después continuaba en el equipo Emilio Vargas y como de costumbre, adaptándose a otros puestos para dar pase al joven "Huaqui" Gómez Sánchez, el menor de Carlos que se lesionó gravemente y murió por tétanos. Si había un "peoncito de oro" en Chalaco como Juan Leca, el de Alianza Lima era Emilio Vargas y a mucho honor.

El Alianza en el viejo estadio con el antiguo reloj.
Nos agradó el fútbol y lo practicamos como todo muchacho de barrio. No nos perdíamos los clásicos, porque tuvimos la suerte de tener un hermano mayor en "Pregón Deportivo" y que nos llevaba al Estadio Nacional y nos hacía ingresar gratis. Tampoco sentimos inclinación a ser comentaristas y a pesar de codearnos con los grandes de esos tiempos. Nacimos locutor y punto. Nuestro mundo era el radioteatro y la música, pero algo aprendimos. A la derecha está el Alianza Lima que vimos muchas veces con Teódulo Legario al arco, el "Patrullero González, Cornelio Heredia entre los parados. Abajo Emilio Vargas es puntero derecho con Salinas, Carlos Gómez Sánchez, Félix Fuentes y Pedraza. Ninguno en su puesto habitual.

Vargas, "Chupòn", Salinas, Félix y Pedraza.
Se que Emilio Vargas defendió la blanqui azul quizá más de 18 años. Empezó muy joven y a pesar de no demostrar un físico respetable, imponía su juego y pundonor. Realmente jugaba al fútbol. No estaba pensando ni en la foto ni en los "chivilines". Eran otros tiempos y en los que, clásico es decirlo, jugaban por la camiseta. Esto ya no se da. Veo la foto de la izquierda y recuerdo al feo Salinas de chofer de una línea de ómnibus que me llevaba a mi casa, justo en la cuadra 9 de Manco Cápac y en donde estaba el local del club íntimo. Félix Castillo, fue también taxista.

Willy Barbadillo y Emilio Vargas.
Sabemos que quienes nos dan el placer de leernos, simpatizan con nuestras reseñas. Aquí no somos historiadores ni nada por el estilo. No existen estadísticas de goleadores, arqueros menos batidos, etc. Nos limitamos e evocar nuestros recuerdos y poner en sitio alto al invitado. Para eso hay entendidos. Emilio Vargas fue no sólo jugador, sino que también fue entrenador nada menos que del Defensor Arica de Breña. Muy querido y recordado por Magdalena y en especial por mi amigo Napoleón Rodríguez Mossone , ex brillante jugador del cuadro que cito e integrante de nuestro seleccionado peruano. Existe su reseña en este blog. Nada mejor que una foto para poder observar la alegría que acompañaba a Guillermo Barbadillo, ex del Sport Boys, y a Emilio Vargas, el héroe de esta nota, y que demuestra que aquel fútbol añorado de ayer fue mil veces superior al que tenemos la mala suerte de ver entre luces refulgentes, entrevistas por la televisión y que hasta ahora nada logran para los colores de nuestro querido Perú. Gracias.